viernes, 12 de mayo de 2017

Baitoera Angela Perez, conmovida por Leo...


Leo fue un hombre de Dios, que siempre predicó con el ejemplo; un ser humano lleno de fe; su amor hacia Dios, presente en cada ser humano y en la Eucaristía le dio la fortaleza y el valor para enfrentar con alegría y entusiasmo su estado de salud; nunca faltó en su rostro una sonrisa. Su vida fue un gran testimonio de que a Dios se le ama a través del servicio. 

Leo, siempre recordaré tu autenticidad, pues durante tu vida aquí en esta tierra nunca dejaste de reflejar el rostro de Jesús en tus actitudes, ese fue tu estilo de vida. Esa fue la semilla que sembraste, ahora con tu partida a la casa del Padre nos toca a nosotros cosechar, siguiendo tu ejemplo. Me siento privilegiada de ser tu prima y que me hayas elegido como tu madrina en el sacramento de la confirmación. Que Jesús, Vivo y Resucitado y la Santísima Virgen, de quien fuiste tan devoto, te bendigan en la Eternidad. 

Al Paraíso te lleven los Angeles; a tu llegada te reciban los mártires y te introduzcan en la ciudad Santa de la Jerusalén Celestial. Descansa en paz, querido Leo.